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Cómo comunicar un divorcio a los hijos

Preparé este texto para unos amigos hace tiempo y ahora me apetece compartirlo por si alguien lo necesita. Se trata de consejos a la hora de hablar por primera vez de un divorcio o una separación con los hijos.
 

En la conversación en la que lo expliquéis, tratad de hablar los dos a partes iguales, este detalle es importante. Quita la sensación de la decisión la ha tomado uno solo.
Tratad de llevar pensados los detalles, en el mal rato del momento podéis prometer cosas que no podéis hacer (que le verán todos los días, por ejemplo, puede no ser factible).
 
Insistir en:

• Ellos no tienen la culpa. 
• Les queréis mucho y son lo mejor que os ha pasado en la vida.
• Hablad bien el uno del otro en esta conversación.
• Que van a pasar tiempo con el que se va de casa, que le podrán llamar o verle si lo piden (sería ideal que su residencia estuviera realmente cerca, casi como para verle varias veces a la semana).
• Que tenéis pensados los detalles (donde vivirá, qué días lo verán, de qué tareas se seguirá encargando).

Decidles la verdadera razón de la separación: los papás y mamás también tienen derecho a ser felices y así no lo sois. Tenéis derecho a tener vuestro espacio y de esta forma será mejor para todos, porque vosotros estaréis de mejor humor y con ellos también.

Responder a todas las preguntas muy sinceramente (excepto sobre terceras personas, este tema, si lo hay, se debe evitar hasta unos meses después), cuando un niño pregunta algo es que esta preparado para la respuesta.

Cuando os pregunten sobre cosas que aún no hayáis decidido explicarlo así claramente y decirles que se lo diréis cuando lo sepáis.

Habladles de sentimientos también, para que ellos puedan compartirlo con vosotros: hemos estado muy tristes durante estos meses, estamos preocupados por vosotros, al principio puede que estemos un poco raros, para mí está siendo un mal rato muy grande.

Respecto a la diferencia de edad entre hermanos, yo lo haría en una primera conversación conjunta. Luego buscaría el momento de una conversación con cada uno (al día siguiente) para ver qué cosas se les han quedado claras y cuáles no.

Puede ser que en el momento de la conversación parezca que no les afecta, como si no fuera importante. Puede ser que tarden en asimilarlo, pueden tardar horas o días, hay que ir observándolos y si no dan señal ninguna de pena o inquietud en una semana, volver a preguntar. Cuando los niños sufren un trauma lo superan con fases de normalidad absoluta (con lo que le acaba de pasar y está ahí jugando como cualquier otro día) intercaladas con ratos malos, de rebeldía, de llantos o de rabietas. Es normal.
 
No variar la disciplina respecto al comportamiento por este motivo.
 
En los dias sucesivos, hay que permitirles normalidad total, no esperar que estén afectados todo el tiempo, ni preguntar ni hacer referencia continua al gran cambio. A menos que ellas pregunten o saquen el tema, en la semana siguiente solo se menciona una o dos veces (incluida la conversación con cada uno).

Insistid en que pueden preguntar cosas al día siguiente o cuando se les ocurran, no tienen que ser en el momento.
 
Los niños son muy egoístas, es muy normal que las preguntas que os hagan sean de tipo ¿y quién me va a bañar, quién me lleva a baile? Es normal, hay que asegurarles que todo lo que ellos necesitan, lo tendrán igual que antes.

Cuando se acerque la fecha, el que se va debe irles hablando de cosas que harán juntos en el futuro, fines de semana, planes, para que les quede la sensación de continuidad en el trato. Puede y debe enseñarles el piso y permitirles que lleven cosas suyas, deben tener una cama en ese piso.

 Mari Paz Moreno Psicología
morenollorca@gmail.com
667455976

Cómo mantener una mente calmada

Tener calma mental es algo que nos gustaría a todos, porque sabemos que estaríamos más concentrados, más serenos y con más energía. Pero ¿Cómo lo hacemos?

Conseguir una mente calmada es cuestión de práctica, aunque no lo parezca, ya que los hábitos mentales que se han adquirido a lo largo de años tardan luego semanas en modificarse, así que el primer paso es TENER PACIENCIA y unas expectativas adecuadas.

¿Qué es una mente calmada? Para empezar (esto lo he aprendido de la PNL), ajustamos nuestro objetivo. Intenta medir la intensidad de tu actividad mental diaria de 0 a 10. 0 sería la mente en blanco absoluto y 10 serían todos tus pensamientos a la vez dándote vueltas en la cabeza, a punto de volverte loco. ¿Cuál es tu estado normal? ¿A qué estado te gustaría llegar?

Con esto pretendo hacerte ver que a veces pensamos en una mente calmada como estaría un budista en meditación, pero según la vida que llevemos y que queremos seguir llevando (¿o no?) quizá sea mejor ajustar a qué nivel de calma realmente es coherente que pretendamos llegar. Por ejemplo, podemos pensar que cotidianamente estamos en un nivel de actividad de 7, más o menos. Esto nos estresa y nos hace perder energía, por lo tanto seríamos más felices en un nivel de actividad mental de 4, o 3. Esto sería realista y es menos probable que abandonemos en una semana.

¿Qué podemos hacer para alcanzar este 3 o 4 en nuestra serenidad interior?

1. Dedica 15 minutos diarios a hacer ejercicios de relajación o meditación. Puedes usar algún material que ya tengas o que descargues de internet para guiar la meditación. También puedes dedicar ese tiempo a visualizar paisajes que te produzcan paz, imágenes de Buda u otros iconos que te sugieran concentración. 
2. Si te cuesta lo anterior, hazlo primero con música o caminando despacio por la calle o por un lugar que te guste mucho, un parque o un sendero.
3. Marca un horario fijo al día para pensar en los problemas que te preocupan y respeta que el resto del tiempo esté libre de esos pensamientos. Solo una hora al día, cuando te asalten los pensamientos fuera de esa hora dite a ti mismo, mañana a las 4 resuelvo este tema, hasta entonces, fuera.
4. Identifica y usa RECURSOS (1 o 2 serían suficientes) tuyos personales para hacer frente a la ansiedad y al desasosiego, tenlos a mano y TRÁELOS A TU MENTE siempre que los necesites. Recursos comunes son:
• Pensar que se está nadando, debajo de agua, solo se oyen las burbujas.
• Recordar a alguien muy querido, como una abuela, una amiga, un hermano.
• Imaginar una escena con todas las personas que te quieren detrás de ti frente a un problema.
• Recordar una escena del pasado en que se fue muy feliz o se logró algo importante.
• Una música que nos hace sentir algo especial.
• Imaginar que estamos tumbados y pesamos mucho, que estamos en una playa al sol…
Ve cambiando de recursos a medida que te apetezca, sigue tu impulso.

5. Huye de ambientes contrarios a esto, busca los que te ayuden con tu objetivo. Decora tu casa con cosas que te relajen, elige mejor la música, ponte la ropa que te sugiera serenidad, ten ordenada tu casa y con pocas cosas a la vista. Cuida los detalles.
6. Cuando falle todo esto, y te desesperes, piensa LA ÚNICA ALTERNATIVA ES VOLVER A CÓMO ESTABA ANTES, Y ESO NO LO QUIERO. ASÍ QUE A VOLVERLO A INTENTAR. Y volver al punto 1.

De todas formas si esto no funciona y el nivel de ansiedad es muy alto o hay pensamientos que verdaderamente escapen del control, busca la ayuda de un psicologo, un terapeuta profesional que te ahorre tiempo y esfuerzo en esta tarea tan necesaria.

Mari Paz Moreno

Psicóloga

morenollorca@gmail.com

667455976

Cómo ser una persona positiva

Un destacado experto de la psicología positiva, Tal Ben-Shahar, propone que un peligro que corremos respecto a la felicidad es depositarla en grandes proyectos, en vez de vivirla en el día a día. Por eso, te propongo que estos pequeños consejos sean algo cotidiano para tí, para ser más positivo, tener más energía y para conservar más y mejores amistades:

• Proponte todas las mañanas pequeñas o grandes cosas que te hagan feliz cada día. 
• Rodéate de personas positivas y divertidas, que no basen sus relaciones en complicaciones o dramas.
• No te sientas culpable por ser feliz: es la mejor manera de ser útil a los demás.
• Haz cosas nuevas todos los años, abre tu mundo de experiencias sin prejuicios.
• Ve películas graciosas, mira vídeos de risa o lee sobre pensamiento positivo.
• Afronta los problemas a la primera, sin evitarlos. Tomas las decisiones serenamente y resuélvelos.
• Se sincero con los demás, no te acostumbres a callar las cosas que piensas de forma habitual.
• Convierte cada error en una lección que has podido aprender (Edison no fabricó la bombilla al primer intento).
• Dedica más tiempo a recuerdos y sueños positivos, dales fuerza de esta forma: Habla con palabras positivas, y sin la palabra NO. Es un cambio radical en la forma de expresarnos, que va haciendo llegar este cambio a nuestro subconsciente.
• Sonríe, da las gracias por las cosas buenas que tienes, como un lugar donde vivir, las personas que te quieren, las cosas que te importan (imagínate si las perdieras, cómo las echarías de menos). 
• Dedica un poco de tiempo a los demás, ayudar a los demás nos hace sentir útiles y quita importancia a nuestros problemas.

3 estrategias en la Terapia de Pareja

La terapia de pareja debe hacerla un psicólogo o terapeuta con experiencia y preparación, pero hay cosas que podemos hacer para mejorar nuestra pareja en casa:

• Aprende a negociar. La negociación supone el 70 % de la terapia de pareja. Se trata de aprender a llegar a términos medios en todos los aspectos que suponen un problema: las vacaciones, la familia política, la educación de los hijos... Las parejas más estables son las que tienen una dinámica 50-50 para cada miembro. 
• Busca hobbies o cosas que guste hacer juntos. Las parejas que comparten tiempo de ocio juntos han demostrado ser más duraderas. Muchas veces al convertirse en papas, las parejas dejan de tener este tiempo para ellas solas.
• Revisa cómo anda la vida sexual de la pareja. La vida sexual de la pareja es un medidor muy fiable de su salud. Si está muy deteriorada, es recomendable acudir a un Terapeuta de Pareja lo antes posible. De todas formas, se puede empezar por darle la importancia que tiene, sobre todo en las relaciones largas, y tratar de hacerla atractiva a ambos miembros, buscando horarios, novedades o escenarios que puedan hacerla menos rutinaria o aporte algo de “chispa”.

Mari Paz Moreno Psicologa en Granada

5 Consejos para reducir la ansiedad

A veces la ansiedad nos lleva a un ritmo tan vertiginoso al cabo del día, que a la vez que nos permite hacer más cosas en el mismo tiempo, nos daña la salud y nos evita realmente disfrutar las cosas que hacemos.
Cuando la ansiedad se dispara nos produce un verdadero problema de estrés y tenemos que ponerle freno. Además de una terapia psicológica adecuada, estos consejos nos pueden ayudar a combatir la ansiedad diaria:

1. Párate a pensar un momento, solo 5 minutos, en las cosas buenas que ya tienes y que puedes disfrutar a diario: jugar con los niños, leer un buen libro, regar el jardín, llamar a los amigos. NO LO DEJES PARA MAÑANA. 
2. La ansiedad tiene un gran componente de inercia: párate 10 minutos solo a cerrar los ojos al medio día o al llegar del trabajo (como si te apagaras y encendieras de nuevo) y trata de respirar despacio.
3. Decide que no le vas a pedir tanto al día: trata de rendir al 80 % de lo que haces habitualmente, quizá no es necesario que hagas tantas cosas, quizá algunas pueden esperar. Quizá eres el único que se dará cuenta si no las haces. Quizá las personas que te rodean prefieren estar con una persona feliz antes que con una persona perfecta.
4. Haz ejercicio físico, aunque sea poco, aunque sea sólo caminar al súper o dar un paseo.
5. Aprende a decir que NO. Aprende a no escuchar a las personas que te cargan con sus problemas. A decir que NO a cosas que te desagradan o que te agotan, las primeras veces te costará mas, pero poco a poco las personas que te rodean se irán acostumbrando y te tratarán con más respeto.

De todas, formas no dudes en acudir a un psicólogo o a un grupo de terapia para la ansiedad cuando notes que este tema se te va de las manos o te daña la salud.

Los seres humanos reaccionan no frente a la realidad, sino frente a las ideas que tienen en su mente...

Los seres humanos reaccionan no frente a la realidad, sino frente a las ideas que tienen en su mente...

La Peste se dirigía a Damasco y pasó velozmente junto a la tienda del jefe de una caravana en el desierto.
“¿Adónde vas tan deprisa?», le preguntó el jefe.
«A Damasco. Pienso cobrarme un millar de vidas.»
De regreso de Damasco, la Peste pasó de nuevo junto a la caravana. Entonces le dijo el jefe: “¡Ya sé que te has cobrado 50.000 vidas, no el millar que me habías dicho!»
"No», le respondió la Peste. "Yo sólo me he cobrado mil vidas. El resto se las ha llevado el Miedo.»

Fuente: Anthony de Mello, la Oración de la Rana